Crece tensión comercial entre Brasil y Argentina

Las trabas comerciales impuestas por Brasil a importaciones de Argentina, en represalia a medidas similares del gobierno de Cristina Kirchner, elevaron la tensión bilateral, a tal punto que el embajador brasileño fue citado a presentarse este martes en la cancillería.

"Es inaceptable que detengan camiones en la frontera, con mercadería perecedera y sin aviso previo", dijo el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la cancillería argentina, Alfredo Chiaradía, al embajador Mauro Vieira, reveló una fuente oficial que solicitó anonimato, de acuerdo a AFP.

"Estas decisiones tienen una marcada asimetría con las que toma Argentina, que son anunciadas con tiempo antes que empiecen a regir", apuntó el funcionario, en alusión a las licencias no automáticas que impuso el socio mayor del Mercosur.

Por su parte, Vieira explicó que su país tiene "un sistema por el cual a partir de los dispuesto en la portaría 25 del año 2008, simplemente con incorporarlo (el cambio en las licencias de los productos) a su sistema informático aduanero, entra en vigor", según la fuente.

El embajador fue convocado por el canciller, Jorge Taiana, quien se manifestó "preocupado por la interrupción del flujo comercial con Brasil", en un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Pero el ministro argentino de Economía, Amado Boudou, minimizó este martes el diferendo y destacó que existen conversaciones entre ambos países para resolverlo.

"Nos dimos cuenta que sólo el 6% del total del comercio bilateral presentaba algún nivel de conflicto, que son los temas que hoy salen a la luz porque son los que debemos resolver", dijo Boudou en rueda de prensa.

El gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva frenó importaciones argentinas de harina de trigo, aceites, ajo, vino, frutas, raciones para animales y camiones fabricados en Argentina, entre otros productos.

La medida es una represalia de las licencias no automáticas que colocó Argentina con el argumento de que necesita proteger el empleo, la industria y la producción de los efectos de la crisis mundial.

La Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) informó que unos 400 camiones con frutas estaban demorados en la frontera con Brasil a la espera de ingresar los productos a ese país.

En tanto, la Federación Argentina de la Industria Molinera denunció que las medidas de protección comercial habían afectado unas 20.000 toneladas de harina de trigo que ya habían sido despachadas cuando se conocieron las restricciones, por lo que quedaron varadas en puertos y en la frontera.

Kirchner había reclamado en octubre el levantamiento de restricciones al ingreso a Brasil de camiones argentinos, en un acto en Iveco, la filial de vehículos pesados de la italiana Fiat, en la provincia de Córdoba (centro).

A su vez, Brasil se siente perjudicado por las trabas a importaciones de textiles, calzados, cocinas, lavarropas y heladeras, con las que Argentina pretende desalentar la caída de la demanda y la amenaza al empleo por impacto de la crisis económica mundial.

En el sector de calzados, Argentina mantiene frenados pedidos para importar unos siete millones de unas tradicionales sandalias brasileñas, según una información de prensa.

Las quejas contra la política comercial argentina también se hicieron sentir en la cumbre de Mercosur de julio pasado, con protestas de los socios menores Uruguay y Paraguay.

Brasil había expresado honda preocupación en ese cónclave por la caída de 42% de sus exportaciones a Argentina en el primer semestre, tras haber disfrutado un superávit comercial bilateral de 4.344 millones de dólares en 2008.

Argentina y Brasil mantienen una política de monitoreo continuo de su comercio bilateral para ajustar eventuales desequilibrios, de la que participan empresarios de ambos países.

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