Las compras navideñas

Cuántas  veces han pasado las Navidades y , entonces, hemos caído en la cuenta de que hemos derrochado innecesariamente y que podíamos haber celebrado las fiestas sin tanto dispendio? Bueno, pues estamos a tiempo de no cometer los mismos errores. Bajo la premisa de afrontar las compras navideñas con sentido común, la Asociación de Amas de Casa Santa María La Real celebró la pasada semana una de sus charlas, abiertas a todos los interesados.
Allí, se expuso que la Navidad significa hoy la época de mayor consumo del año, "pero es posible comprar de una forma más racional, más pensada y mucho menos impulsiva". Estudiosos de la psicología del consumidor, como Javier Garcés, avisan de que lo importante es "gastar lo que uno quiere gastar" y no dejarse arrastrar por la fiebre colectiva que se instala en las cabezas de todos en esta época del año.
Así, las tres principales áreas de gasto en Navidad son la comida, los regalos y el ocio. Según la estadística, cada navarro gastará más de 500 euros para celebrar la Navidad. La comida (tanto fuera como dentro) un buen pellizco. Elaborar una lista para cada área, asignarle un presupuesto y no salirse de él es una de las mejores formas de llevar a cabo una compra inteligente. Para evitar impulso, nada mejor que dejar la tarjeta de crédito en casa e ir de compras con el dinero en metálico que uno desea gastar.

"Comer mucho no significa comer bien", afirman los expertos en nutrición.
Tampoco es obligatorio comer esos días productos típicos como el cordero, a la merluza, el besugo o los langostinos. Por ello, dedicar tiempo a pensar en un menú ligero, sugerente pero económico es una buena inversión. Y más si se hace con antelación suficiente. "El tiempo que se invierte en planificar presupuestar y comparar precios en establecimientos revierte en un ahorro".
Por otro lado, en los últimos años se ha extendido el mensaje de que comprar con antelación es más rentable. Y. aunque lo sigue siendo, sobre todo en pescados y mariscos, las asociaciones de consumidores hace ya varios años que se han adaptado a este hábito de los consumidores y a primeros de noviembre empiezan ya a elevar el precio de determinados artículos.
Por tanto, adelantar las compras puede suponer un ahorro según el artículo que se compre, pero sobre todo evita las colas, las prisas y el estrés de última hora. "Como cualquier trabajo que se vaya a realizar si se empieza a ejecutar con tiempo suficiente es más llevadero".

Congelar ayuda
El congelador y el arcón son dos buenos ayudantes a la hora de facilitar los preparativos. Es a finales de octubre cuando conviene revisar qué se guarda en ellos. Se pueden sacar productos, limpiarlo y, en definitiva, ganar espacio libre.
Tanto como si se tiene muchos invitados o como si se quiere evitar agobios cuantos más platos se puedan hacer con antelación y congelar, mejor. La profesora de Tecnología de Alimentos de la UPNA, Paloma Vírseda, aconseja trocear un alimento antes de congelarlo (en el cordero mejor hacer los cortes antes o incluso se puede aderezar). También recomienda no congelar más de un alimento a la vez porque la clave de una buena congelación es hacerla cuanto más rápido mejor.
El marisco como la langosta, bogavante y las gambas es mejor cocerlo y dejarlo enfriar antes de congelar, aunque hay que valorar si merece la pena comprar alimentos frescos para congelarlos. Y es que en la congelación los alimentos pierden textura. En cualquier caso, hay que saber que los pescados blancos aguantan la congelación mejor que los azules porque los últimos tienen más grasas.

Exigir garantía
Una regla de oro en consumo es guardar los tickets. Son imprescindibles siempre, pero en Navidad toman protagonismo en la compra de regalos o de juguetes. Sin el ticket no podemos exigir un arreglo o un cambio en caso de que salgan defectuosos. Otra opción para gastar de forma racional es esperar a las rebajas. Para ello, se puede regalar alguna tarjeta con dinero que ofrecen muchos comercios.