Fashion Week de Sao Paulo

El mayor evento de la moda latinoamericana, la Fashion Week de Sao Paulo , empezó este miércoles con desfiles que ponen en escena la prosperidad económica y el optimismo brasileño.

"Somos un país joven, una cultura joven, con un enorme potencial para el crecimiento, para el desarrollo", dijo el organizador de la semana de la moda, Paulo Borges, a periodistas antes del primer desfile.

Los diseños brasileños para la temporada de verano del hemisferio sur 2010-2011, incluidos los ineludibles y sexys bikinis, desfilarán por las pasarelas hasta el lunes, bajo el lema "Anima" ("animado" en portugués).

Gisele Bundchen, la belleza brasileña que se ha convertido en la modelo mejor pagada del mundo, desfilará el domingo por primera vez desde que diera a luz hace cuatro meses.

Este año, la Fashion Week de Sao Paulo destaca la obsesión de los brasileños por las marcas y las prendas elegantes, apuntalando una industria de la moda de 50.000 millones de dólares que se ha convertido en uno de los mercados más rentables para los grandes grupos del lujo.

También confirma el creciente poder económico del país.

La mayor economía latinoamericana, décima en el mundo, crece actualmente 9% en base anual, casi tanto como el campeón mundial, China.

La firma MCF Consultoria, especializada en el mercado del lujo brasileño, expone que el sector creció 11,5% el año pasado, cuando gran parte del resto del mundo se apretaba el cinturón en un contexto de crisis global, y podría crecer más de 17,0% este año.

"A los brasileños les encanta comprar", dijo el director de la firma, Carlos Ferreirinha, a la AFP.

"En Brasil la gente gasta lo que no tiene", añadió.

Ferreirinha explica que las tiendas permiten regularmente a los clientes pagar sus compras en cuotas mensuales libres de intereses.

Eso, y la valorización de la divisa brasileña, el real, han llevado el gasto en productos importados en dólares o euros a niveles récord.

La casa francesa Louis Vuitton, cuyos bolsos cuelgan del brazo de casi todas las mujeres del lujoso barrio paulista de Jardins, ha aprovechado bien la tendencia y ha ganado en reconocimiento de marca en 23% de los consumidores brasileños, según un estudio de MCF Consultoria.

Firmas como Giorgio Armani, Chanel, Dior y Gucci también tienen fuerte perfil.

Los brasileños siguen la moda e insisten en llevar las últimas colecciones de Europa, explica Ferreirinha.

"Quieren dar la impresión de que están muy al día, muy contemporáneos, y esto se traduce en impulsividad", indica.

Y no hay perspectivas de que el enorme consumismo caiga en un futuro, añade.

"Vamos a tener al menos 20 años más de crecimiento muy importante. Brasil está todavía muy lejos del proceso de desarrollo que todo el mundo cree que puede tener", vaticina, apuntando a una naciente clase media que crece rápidamente.

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