Se desplomaron las ventas de ropa y calzado en Caracas

El mercado La Hormiga, la otrora boutique de la ciudad, situado en la urbanización El Cementerio de Caracas, ya no luce como hace algunos años.

Antes, cualquier hora y día de la semana era bueno para visitarlo, los pequeños locales de ropa, calzado y accesorios, nacionales e importados, estaban abarrotados de gente de todo el país que no paraban de comprar. Sus largos y estrechos pasillos cubiertos de lado y lado, desde el techo hasta el piso, parecían verdaderos hormigueros humanos.

Ahora, durante la semana, los comerciantes se sientan en sus puestos de venta, leen periódicos e incluso se dedican a llenar pasatiempos. Si tienen algo de suerte, tal vez el fin de semana sea más productivo.

Los clientes al menos salen a pasear y a consultar precios, pero esto no quiere decir que compren.

La situación se repite en los demás mercados y en los centros comerciales. Desde que comenzó el año las ventas 'van en picada', según los vendedores. En los últimos 2 meses, han bajado 60% en La Hormiga y hasta 40% en centros comerciales como el Sambil.

Caóticas, de terror y flojas son algunos de los adjetivos que utilizan los comerciantes para calificar las ventas de 2009. Consideran que el motivo de la caída obedece a la incertidumbre política y económica que vive el país.

'El sueldo mínimo no alcanza para nada. La gente simplemente ha tenido que dar prioridad a las cosas más importantes. Antes de llevarse un par de zapatos o una camisa, prefieren comprar la comida que hace falta', dijo Loly Domínguez, dueña de un puesto en La Hormiga.

Doris Guillén, encargada de la zapatería Basinger en el Sambil, apuntó que la razón principal es que no hay dinero en la calle y que los ingresos de los venezolanos se van en comida y medicinas.

Los consumidores aseguran que el poder adquisitivo cada vez es más bajo, por lo que han dejado de adquirir las cosas menos importantes.

Precios exagerados. Otra de las razones por la que disminuyeron las ventas es que los precios repuntaron entre 30% y 116%, según cifras de los comerciantes.

Camisas y pantalones, que en La Hormiga costaban entre 20 y 95 bolívares y entre 45 y 130 bolívares, respectivamente, subieron hasta 10 bolívares por pieza. Igual sucede con las chemises y los jeans, que estaban entre 20 y 40 bolívares y entre 40 y 90 bolívares.

'Aunque se crea que 10 bolívares es poco, muchas veces ese monto puede significar 50% o 100% por encima del costo del artículo. Los precios subieron demasiado y los clientes que antes compraban 100 piezas al mayor, ahora se llevan 50 para venderlas al detal', dijo Ramón García, dueño de otro puesto en este mercado.

En las tiendas del centro comercial Sambil, las camisas y pantalones, que se vendían entre 70 y 220 bolívares y desde 200 hasta 370 bolívares, aumentaron cerca de 50%.

En el mercado Ciudad Comercial Telares Los Andes, situado en la avenida principal de El Cementerio, e inaugurado en noviembre de 2004, la situación es igual. Alex Hernández, propietario de un local en esta instalación con ambiente de centro comercial, señaló que los zapatos que antes compraba al mayor en 120 bolívares, ahora le cuestan 260 bolívares, lo que representa un incremento de 116,6%.

'Hemos tenido que optar por los sistemas de apartado. Nunca se había trabajado así, pero la gente no tiene dinero para pagar los precios tan exagerados. Por eso, permitimos que aparten sus zapatos y los paguen hasta en tres meses'.

A pesar de que el mercado y la demanda de zapatos de mujeres siempre se ha mantenido fuerte, este año cayó. Y uno de los principales motivos es que los precios están muy elevados, refirió Jorge Martínez, dueño de un local en esta llamada ciudad comercial.

'Los zapatos pueden costar entre 190 y 380 bolívares. Y eso porque no hemos aumentado todo lo que deberíamos. Ahora nosotros tenemos que absorber parte del incremento porque, de lo contrario, los clientes dejan de comprar', agregó.

Y en los centros comerciales los precios de los calzados van desde 170 hasta 1.200 bolívares: el aumento fue de 40%.

Aduanas y divisas. Comerciantes afirman que cada día es más difícil dedicarse a este negocio. Además del alza en los precios y la caída en las ventas, también está el retraso en la entrega de las divisas y las dificultades para nacionalizar la mercancía en las aduanas.

Algunos vendedores criticaron que funcionarios del Gobierno exigen una gran cantidad de requisitos que ameritan un desembolso de dinero. Cuando finalmente logran cumplir con todos los trámites, la respuesta es que no hay dólares.

'Tenemos más de un año esperando por las divisas que nos prometieron. Entregamos todo lo que nos pidieron y luego nos dijeron que debíamos esperar', expresó Jonathan Vaamonte, de Telares Los Andes.

El retraso de Cadivi ha obligado a trabajar con el mercado permuta para reponer mercancía, lo que ha traído como consecuencia el alza de los precios, añadió.

'Si no están entregando a tiempo las divisas para los alimentos y las medicinas, que son de primera necesidad, mucho menos nos las van a dar a nosotros, que las necesitamos para trabajar', refirió Eva González, dueña de un local en La Hormiga.

La mercancía puede tardar más de dos meses en las aduanas y mientras no se pague el 'dinero extra' que piden algunos funcionarios y encargados de las aduanas, no se puede retirar, dijo Ismael Carrillo, también propietario de un puesto en el mercado.

'Por las vías normales tardan mucho tiempo en entregar la mercancia. Además de que se tardan, te sacan más dinero del que corresponde', señaló Carrillo.

Comentarios