En los últimos años se ha detectado en España un aumento de casos de mujeres adictas a cualquier cambio estético en cuerpo o rostro, el síndrome de la mujer fashion que, en realidad, según el presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología, Julián Conejo-Mir, son "mujeres politraumatizadas"."Llámese Carmen Lomana o Isabel Preysler, es un tipo de mujer adicta a todo tipo de cambio que acaban teniendo la piel politraumatizada", aseguró Conejo-Mir. El problema es que, "al ser adictas, se lo hacen todo". El uso de algunos rellenos cosméticos inyectados puede provocar granulomas como reacción a cuerpo extraño, mientras que el bótox "a veces puede provocar arritmias faciales"; las liposucciones "no quedan lisas y en ocasiones se provocan depresiones de la piel" y las inyecciones de vitaminas pueden provocar hematomas que las hagan parecer "una mujer maltratada" y el peeling acaba "achicharrando" la piel.
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En Buenos Aires, Argentina, donde trabajo como psicólogo clínico y laboral, aparecen muchos casos casi todos con buen pronóstico.
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