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El diseñador italiano Marco Pecora replantea el concepto de moda verde en Europa con su marca Blind Progressive Ecological Concept, cuyas prendas reversibles pueden ser usadas por ambos sexos durante todo el año.

Aburrimiento. Eso es lo que sentía Marco Pecora (22) desde su humilde posición de estudiante de marketing estratégico cada vez que le tocaba conocer un proyecto de vestuario ecológico. Por eso, mientras estaba en la Escuela Internacional de Diseño y Marketing Polimoda, en Florencia, su ciudad natal, comenzó a pensar cómo hacer una moda verde que fuera menos verde. Una moda con más tecnología y menos beige, que mirara para adelante y no hacia las raíces indígenas de los pueblos. Y que se hiciera cargo de las necesidades del planeta, pero con una estética más vanguardista que nostálgica.

Antes de graduarse, en junio de 2009, Marco dedicó gran parte de su tiempo libre a trabajar en tiendas de moda, atendiendo público y preocupándose de las vitrinas. Ahí aprendió que los clientes se aproximan al consumo con la necesidad de sentir emociones fuertes, y que no siempre los creadores de moda se hacen cargo de este reclamo. También fue a Nueva York a perfeccionar su inglés y a empaparse del aire cosmopolita de esta urbe, y estudió francés en París, la ciudad madre de la alta costura. Al titularse, fue contratado por la casa de accesorios Braccialini, famosa por sus bolsos, donde trabaja hasta hoy en el área de visual merchandising.

En forma paralela gestó un proyecto que recoge sus críticas al concepto tradicional de moda ecológica. Lo presentó en una instalación dentro de Polimoda y luego en la vitrina de la tienda Luisaviaroma, que desde Florencia envía ropa de diseñadores europeos emergentes al resto del mundo. Rápidamente dio qué hablar en Europa por su innovador enfoque. En Latinoamérica también, particularmente desde que se presentó en el congreso internacional Ixelmoda, en Cartagena de Indias, a comienzos de diciembre pasado.

La propuesta de Marco se llama Blind Progressive Ecological Concept. O sea: Concepto Ecológico Progresivo Ciego. Fue creada en colaboración con Alessio Lardini, compañero suyo en Polimoda. Su primera colección, que denominó Silent Shout (Grito Sordo), se lanzó en junio de 2009 y se vendió con la velocidad de un rayo. Se trataba de una edición limitada de siete piezas unisex, reversibles y aptas para ser usadas tanto en tiempos de calor como de frío. Había dos chaquetas, un pantalón, dos poleras, un polerón y un bolso. Cada diseño se materializó en apenas 37 prendas, todas elaboradas con una tela muy especial, que mezcla fibras obtenidas del reciclaje de botellas PET con algodón orgánico, lo que da lugar a un atractivo efecto lustroso.

“Nuestra idea es exaltar lo que aparentemente es artificial, sintético y tóxico, para provocar una reflexión. Las telas son un punto central en Blind y encontrarlas fue un proceso de investigación profunda. Compramos la mezcla ya hecha en Japón, pero no puedo decir más. ¡Es un secreto de mi empresa!”, dice desde su casa en Florencia, mientras adelanta que la próxima colección será lanzada en 2011.

–Esto de hacer ropa desligada de las estaciones puede interpretarse como un mensaje de alerta sobre el calentamiento global y el consecuente cambio climático.

–Talvez, pero ese no es el espíritu que nos anima. Más nos interesa el concepto de crear prendas multifuncionales y reciclables. Del mismo modo, el que nuestra ropa sea unisex no responde a un afán por reforzar la idea de que en el siglo XXI no hay desigualdad entre lo femenino y lo masculino, como podría creerse, sino que se vincula con nuestro deseo de derribar las diferencias entre ambos sexos, simplemente para experimentar con nuevas posibilidades de diseño. La ropa de Blind va tomando diferentes formas según el cuerpo de quien la usa, independientemente de si se trata de una mujer o un hombre.

–La moda ecológica tiene un discurso anticonsumo, pero finalmente produce objetos de consumo. ¿Qué respuesta tiene Blind para este inevitable dilema?

–No hacemos ropa para el consumo rápido, ligada con tendencias y cambios de estaciones. Comprar un producto de Blind es una experiencia única y completamente diferente a otras experiencias de consumo, porque se trata de ropa que es unisex, multifuncional, apta para todas las estaciones del año y muy durable, eterna. Además, es reversible. Cada prenda tiene un alma doble: una más fácil, para uso diario, y otra más fuerte, para ocasiones especiales. Nuestra ropa está ligada con el concepto de reciclaje de una manera muy profunda.

–¿Qué le falta al concepto tradicional de moda verde?

–Pienso que es una manera muy trivial de expresar un concepto que es en realidad extremadamente interesante y apasionante. Con Blind, quiero proponer una nueva y provocativa perspectiva, que obligue a mirar más allá y no quedarse con la primera impresión. Creo que los consumidores desean satisfacer sus deseos y sentir emociones intensas cuando están comprando ropa. Además, la gente se siente atraída por lo que es misterioso y prohibido, y hacer de la moda eco algo enigmático ayuda a que más gente se aproxime a ella.

–En Italia, la tendencia eco no es tan fuerte como en otras ciudades europeas, especialmente Berlín y Londres. ¿Por qué crees que sucede esto, en un país con tanta tradición en moda?

–La identidad de la moda italiana está ligada con valores muy precisos, que tienen que ver con la tradición de la manufactura y la excelencia de los materiales. Hoy, en Europa, la moda eco marca tendencia, es muy trendy, pero eso mismo ha hecho que surjan muchos intentos por acercarse a este concepto, los que finalmente no han sido un aporte porque son muy híbridos y carecen de alma. En Londres y Berlín, por el contrario, muchos diseñadores sensibles y visionarios han sabido crear interesantes propuestas de moda eco. Cada una de estas colecciones es la expresión de una visión diferente de moda sustentable.

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