Cazadores de tendencias, primero ver y después crear




















Las grandes firmas de moda siempre tienen en plantilla varios ‘cool hunters’ para descubrir las apetencias futuras de sus clientes y satisfacerlas

De profesión, cazador de tendencias. La versión española del cool hunter se implanta de manera velocísima en todos los sectores profesionales. Nace en el sector de la moda y se expande con la finalidad de averiguar qué demanda el consumidor, qué productos hay que lanzar al mercado y qué está haciendo la competencia.

Estos nuevos “cazadores” forman parte de los departamentos de marketing o diseño de las grandes compañías o bien son contratados para trabajos específicos por una determinada firma. Su perfil se corresponde con el de un joven con estudios de Comunicación y Marketing, formación específica en el sector de la moda y con conocimientos de cultura de la imagen. Su misión consiste en ver para contar y, más tarde, crear.



BUSCAR Y ANALIZAR


Daniel Córdoba-Mendiola es cofundador de The Hunter, una empresa radicada en Barcelona, que tiene como objeto suministrar información a empresas varias sobre lo que el público pide o necesita. El cazador de tendencias no para de viajar y lo hace para trabajar con una triple misión: buscar clientes, analizar la competencia y recorrer el mundo pisando la calle. Estas tres variables le ayudan a configurar la idea que la empresa demanda. Córdoba-Mendiola lo explica así: “En el mundo de la moda las cosas han cambiado mucho, se necesitan ideas de un día para otro y hay que tenerlas ya porque el concepto temporada ha desaparecido; ahora podemos hablar de un año para otro o para dentro de tres semanas”.



LA ESTRATEGIA DE ZARA

La capacidad de cambio y el ritmo para la creación y puesta en marcha de nuevas propuestas mide la capacidad de reacción de las diferentes firmas y su adaptación al mercado. El grupo Inditex, matriz de Zara, cuenta con un equipo de 200 diseñadores que desarrollan íntegramente todos los modelos de cada campaña. Para ello, toman como principales fuentes de inspiración tanto las tendencias de moda imperantes en el mercado, como a los propios clientes, a través de la información que reciben de las tiendas. El proceso creativo incluye visitas periódicas a los lugares en los que se gestan las tendencias en moda en cada momento.

De manera parecida opera la sueca H&M. Según confirmó a Xornal de Galicia el departamento de Diseño de la multinacional nórdica, ésta cuenta con un equipo de cien personas que se encarga de captar las tendencias, comparar los productos y responder a las necesidades del mercado.

Las respuestas las obtienen estando en los lugares, en todos los lugares, como explica el experto en Comunicación y Moda, Rafael Casanova, quien asegura: “Se meten en todas partes, en los barrios humildes, en las bibliotecas, en las cafeterías... porque tienen que averiguar”. De esta forma se entiende el fenómeno de la moda hip hop, ya que según aclara, “surgió en los barrios bajos de Nueva York y, viéndolo, las marcas lo adaptaron para la creación de una línea de ropa concreta”.



PRESENCIA EN LA CALLE

Daniel Córdoba-Mendiola confirma que esta presencia permanente en la calle “es una necesidad porque, de lo contrario, estás fuera de juego”. Redunda en la idea de que “todas las empresas están pendientes de lo que hacen las otras para saber cómo mejorar su oferta y también para diferenciarse”.

Zara confirma: “Nuestra pretensión es satisfacer las necesidades de nuestro cliente, de ahí que nuestro propio personal visite nuestras tiendas”. Esta forma de trabajar de la firma gallega es para el cazador “la prueba de que Inditex sabe muy bien lo que quiere la gente, de ahí que sus productos y su marca sean garantía de una promesa de precio, con un público fijo y al mismo tiempo variado”.

Por su parte, Rafael Casanova establece una diferencia de perfil y función del hunter entre el sector pronto moda y la firma de lujo: “El cool hunter del pronto moda está en plantilla y son los propios diseñadores los que hacen las inmersiones, mientras que en las firmas de alta costura o en sus divisiones de prêt à porter los profesionales son contratados para trabajos específicos”.



IMITAR O PLAGIAR

El precio y la historia diferencia a las marcas de Inditex o H&M de firmas como Armani, Viktor&Rolf o Versace. Los diseñadores centroeuropeos Viktor & Rolf venden una narrativa, una historia. Córdoba-Mendiola asegura: “Detrás de la oferta de los europeos hay una reivindicación de la cultura alternativa, de la historia del arte y esa historia se traduce en distintos tipos de producto y el cliente en función de lo que necesite adquirirá una cosa u otra”.

Sin embargo, Casanova también cree que el pronto moda tiene y vende una historia: “Tratan de imitar a las grandes firmas; de hecho, recientemente una cadena fue acusada de plagiar las sandalias de Balmain, en cambio a Chanel no le interesa coin­cidir con nadie porque busca un producto diferenciado”.

Las coincidencias entre un tipo y otro de empresas se concretan en que ambas están pendientes de lo que la gente les pide y de responder de manera inmediata a su gente. Un cazador de tendencias tiene la misión de trabajar para ambos tipos de público y la obligación de saber responder de manera inmediata. Para eso, “hay que estar en la calle, tener el ojo educado para dar con el producto y responder a otras muchas cuestiones sobre el medio y el entorno”.

Las propuestas de las firmas no varían de un país a otro, ya que las colecciones se plantean en torno al tipo de cliente y sus necesidades. Zara confirma que su ropa se distribuye a todos los países donde opera la marca e incluso sus tallas son lo suficientemente amplias para cubrir todas las necesidades. Su principal competidor, H&M, también trabaja con la misma medida en todas partes y dicen estar preparados para satisfacer todas las necesidades.

La globalización afecta de manera directa al mundo de la moda y Casanova lo ejemplifica de la siguiente manera: “En todas las ciudades avanzadas del mundo hay un sector pequeño de personas que es avanzado y se anticipa poniéndose lo que nadie se pone y son ellos los que marcan las tendencias y los que inspiran al resto de creadores y fabricantes; los cool hunter los visitan y cuentan a sus empresas lo que han visto, luego se crea y se adapta el producto”.

Todos coinciden en que lo importante es ofrecer lo que la gente quiere lo antes posible y en ser capaz de satisfacer sus expectativas. Por eso la figura del cazador de tendencias adquiere una especial relevancia y de ahí, como explica Daniel Córdoba, su participación en el proceso creativo y de lanzamiento sea determinante porque “hay que ver, para saberlo ya, porque la gente lo quiere ya”.

Comentarios

  1. No dejo de sorprenderme de la enorme difusión que logran los temas gracias a internet. Soy Rafael Casanova, uno de los entrevistados en este reportaje publicado recientemente en el Xornal de Galicia, y os he encontrado de casualidad realizando una búsqueda en Google. Un saludo.

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  2. Gracias Rafael Casanova y felicitaciones por tus logros.

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