Pérdidas millonarias para empresarios colombianos

La decisión del Gobierno venezolano se hace sentir
La medida unilateral de Venezuela de no comprar a Colombia un cupo de 10.000 vehículos que le había asignado para este año, y en su lugar otorgar esa venta a Argentina, provocará pérdidas a los empresarios colombianos de 350 millones de dólares.
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Este cupo, que aunque fue prometido por el presidente Hugo Chávez a su homólogo colombiano Álvaro Uribe en el último encuentro que tuvieron en abril de este año, nunca fue autorizado por Caracas, lo que permitió a las ensambladoras nacionales que funcionan en Colombia prever esa disminución de ventas dentro de su presupuesto anual.
A esta medida se suma la decisión del Gobierno venezolano de reemplazar, lo más pronto posible, las compras desde Colombia de productos como cueros, textiles, partes de automotores, maquinaria agrícola, lácteos, alimentos, galletas, golosinas, huevos y carne vacuna.
A la pérdida del mercado automotor de Venezuela se suma la restricción impuesta por Ecuador a la adquisición de automotores colombianos, que afecta directamente a las ensambladoras como Sofasa, que fabrica carros Renault, GM Colmotores con la marca Chevrolet, la Compañía Colombiana Automotriz (Ford, Mazda y Mitsubishi), las Carrocerías Non Plus Ultra (Volkswagen), la Compañía de Autoensamble Nissan (marca Nissan), Didacol (Hino y Peugeot), Monoblock (Mercedes Benz) y Navitrans (Agrale).
De acuerdo con Tulio Zuloaga, presidente de Asopartes -gremio que representa a las empresas distribuidoras de autopartes para vehículos-, las consecuencias para el sector automotor en Colombia serán muy perjudiciales, toda vez que Venezuela es un “mercado natural” para Colombia. Ya incluso con la reducción de las ventas el año pasado, varias compañías tuvieron que reducir empleos. Pero ahora, con la prohibición de las ventas de autos hacia ese país, se cierra también la de autopartes, lo que representa pérdidas cercanas a los 150 millones de dólares, calculó. En 2008, Venezuela importó autos de diferentes países por valor de 6.000 millones de dólares, de ellos cerca de 1.000 millones fueron a parar a los proveedores colombianos.
En Bogotá, los industriales hacen cuentas y se cree que este año dejarán de vender por lo menos 350 millones de dólares en vehículos, que sumados a las autopartes, significan pérdidas cercanas a los 500 millones de dólares, una cifra significativa en un momento clave para la economía colombiana que está atravesando por una profunda recesión.
Javier Díaz, presidente de la Asociación Colombiana de Comercio Exterior (Analdex), señala que “la situación cada vez es mucho más caliente e irrespirable, pero se está complicando ante el anuncio oficial de que Venezuela decidió otorgarle el cupo de 10.000 vehículos a Argentina”. Agrega que ese es ya un hecho palpable, ya que hasta última hora tenían la esperanza de que las amenazas del presidente Hugo Chávez se quedaran simplemente en la retórica, pero no fue así.
En 2006, las exportaciones colombianas de vehículos a Venezuela alcanzaron las 37.722 unidades, mientras que en 2007 las ventas fueron de 45.000 en 2008 alcanzaron apenas los 15.000 automotores, en tanto que, en lo corrido de este año, las colocaciones han sido nulas. Ante esta situación, el ministro de Comercio, Luis Guillermo Plata, apenas se atrevió a decir que el consejo que les ha dado a los empresarios y exportadores colombianos, tanto de vehículos como de otros sectores, es hacer un esfuerzo por diversificar mercados. “Uno no puede poner todos los huevos en una sola canasta. Hay que hacer un esfuerzo. Creo que el país ha cambiado radicalmente, estamos negociando tratados comerciales, buscando otros mercados”, precisa.
Sin embargo, la preocupación para los exportadores es que en los primeros cinco meses de este año, Venezuela ha sido el principal mercado para las exportaciones no tradicionales de Colombia, como confecciones, textiles, materias plásticas y manufacturas, que generan mayor valor agregado y crean puestos de trabajos en términos importantes.
Sergio Clavijo, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, evaluó la viabilidad de que Venezuela pueda sustituir bienes colombianos por los de Brasil o Ecuador, así como los efectos de las trabas comerciales que podría adoptar el Gobierno de Chávez en el corto plazo. Clavijo prevé una posible caída de las exportaciones a Venezuela por 740 millones de dólares este año, es decir 11,8% con respecto a las realizadas en 2008, cuando llegaron a 7.100 millones de dólares. El dirigente advierte que, aun antes de las amenazas comerciales, los pronósticos indicaban que la caída de las exportaciones a Venezuela podría ser del 22%, es decir un descenso de 1.340 millones de dólares, para cerrar en solo 4.750 millones de dólares, por la mayor apreciación cambiaria de casi 20% en la relación peso-bolívar y la contracción del PIB en Venezuela, estimada en 6,3% en 2009.

F/Gustavo Veloza

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