Los acuerdos de Cristina con Chávez perjudicaron a venezolanos y colombianos por igual













Los acuerdos entre Cristina de Kirchner y Hugo Chávez no incluyeron ninguna negociación para colocar en la Argentina manufactura venezolana. La industria automotriz se queja porque tiene plantas paradas y el gobierno insiste en la importación de vehículos. La crisis entre Colombia y sus vecinos perjudicó en más de un 32% la producción y mñas de un 35% las ventas de automotores.
Los exportadores no tradicionales venezolanos quedaron fuera de los convenios suscritos por los gobiernos de Argentina y Venezuela. En ninguno de los 22 acuerdos se prevé que empresas locales puedan colocar productos manufacturados en nuestro país. Algunos insumos, piezas y materiales que se pretende traer de la Argentina pueden fabricarse internamente.
Varios industriales del sector de autopartes trataron infructuosamente de ofrecer a los argentinos sus productos. "Ellos vinieron con todos los hierros a vender sus productos. Sin embargo los empresarios venezolanos esperamos que la alta esfera gubernamental sepa que podemos cubrir algunas importaciones con productos nacionales. Y si la decisión es importar, que por lo menos se incorpore un convenio de complementariedad para que los nacionales podamos aportar valor agregado a esas compras", manifestó Rafael León, presidente de Industrias Ralg64, que fabrica carrocerías para camiones, trailers y unidades móviles especiales.
León asistió a la mesa del sector automotor con Argentina, en la cual ofreció colocar parte de su producción en nuestro país. "Soy optimista. En un futuro estos acuerdos pueden ser recíprocos y los venezolanos podremos colocar nuestros productos, creo que así lo entiende el Presidente", dijo.
Representantes de Favenpa intentaron participar de los acuerdos y las reuniones al contar con una oferta exportable de piezas y autopartes, pero tampoco fueron incluidos. En la industria automotriz venezolana quedaron sorprendidos por la manera como abordó el Gobierno el problema del sector.
"Hay plantas nacionales de ensamblaje de vehículos paralizadas por falta de divisas para pagar a los proveedores de piezas y, mientras tanto, se sigue insistiendo en las importaciones de carros terminados. Debe darse prioridad a las plantas que tienen años generando empleo, y si se quiere establecer una importación que sea a través de ellas", dijo un representante de Cavenez.
El presidente de la Asociación Venezolana de Exportadores, Francisco Mendoza, lamentó que nuevamente el sector haya sido excluido de los convenios. "No hay reciprocidad, el parque industrial venezolano está ocioso en más de 50% y se está subsidiando a empresas de otros países en vez de incentivar la producción local", dijo Mendoza.
El empresario considera que con una medida tomada casi de emergencia, para sustituir las importaciones de Colombia, el Gobierno entregó la soberanía alimentaria a un país que ni siquiera puede suministrar rápidamente los productos que se requieren, por razones geográficas, sin importar el encarecimiento de las mercancías.
Cifras de la asociación indican que en el primer semestre las exportaciones no tradicionales cayeron a índices históricos y cerraran el año en menos de 1,5 millardos de dólares, cuando en 2008 fueron 2,4 millardos de dólares. "Las empresas nacionales han perdido competitividad en el mercado internacional, los altos costos de producir no se pueden compensar con un tipo de cambio sobrevaluado", agregó Mendoza.
Recordó que en 1966 el país logró una cifra record de exportaciones de US$ 6.000 millones, por la venta de unas 30.000 toneladas de algodón.
Dijo que ahora se compra a otros países productos alimenticios, entre ellos el arroz, que antes se exportaban. De 120.000 toneladas de arroz paddy que se vendía a otros países, ahora se ha tenido que adquirir más de 180.000 toneladas. En cuanto al café, agregó, se pasó de un autoabastecimiento a la adquisición de 300.000 quintales ­sacos de entre 45 y 46 kilos cada uno­ para cubrir la demanda.
Indico que las pocas exportaciones no tradicionales se hacen con mucha dificultad, pues las empresas deben afrontar trabas para solicitar certificados, solvencias y documentos de las aduanas. A esto se suma que muchas veces un contenedor tarda en salir del país entre 4 y 6 semanas.
El presidente de la AVEX informó que el Gobierno adeuda entre US$ 600 y 700 millones a las empresas exportadoras por concepto de reintegro de IVA a los exportadores y draw back, régimen especial que permite el reintegro de lo pagado por impuesto de insumos importados que luego se incorporan a los bienes que se exportan.

Colombia perjudicada
Por la crisis con los mercados vecinos, el sector automotor colombiano fue el que registró mayor caída en la producción (32,6%) y en las ventas (35,1%), seguido de autopartes, con el 33,8 y 31%, en su orden. El vidrio y sus productos también cayó el 30% en los dos indicadores y las sustancias químicas, el 15,4 y 9,9% en producción y ventas. Los aparatos de uso doméstico bajaron la producción 25,3% y ventas en 17,3%, mientras las confecciones lo hicieron en 19,3 y 13,4%, en el mismo orden. De los 23 sectores que mide la encuesta, 19 cayeron en producción y ventas.
Por otro lado, la producción industrial de ese país en mayo había caído el 6,8% y las ventas en el 5,8% y en junio, la producción mostró una caída menor, del 6,7% y las ventas solo lo hicieron en el 5%, lo que indica que junio podría estar marcando esa tendencia de recuperación que la industria espera para este segundo semestre.
“La actividad industrial cierra el primer semestre de 2009 con niveles de crecimiento negativos en producción y ventas similares a los que tuvo desde enero. Lo notorio en los resultados del semestre es que el deterioro iniciado a mediados de 2008, ha dejado de agravarse”.
A pesar de eso, los empresarios dijeron que en un 90% cumplieron con su presupuesto de ventas totales (90,3% en el mercado nacional y 76,5% en exportaciones) pero, en contraste, señalaron que la baja demanda sigue siendo el principal problema de la industria, seguido por el tipo de cambio, la cartera y los costos de las materias primas.
La encuesta también reveló que el empleo se ha afectado en esta coyuntura, pero sin mostrar un deterioro grave: el 65% de las empresas manifestó que han mantenido o aumentado el empleo (en el 14% de ellas) y el 35% lo ha reducido.
Y en materia de utilización de la capacidad instalada, los empresarios la reportaron en el 72,8% en junio, que se aparta del promedio del 77,8% en todo el 2008 y todavía muy lejos del nivel que los mismos industriales han señalado como el nivel óptimo, el 89%.


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