La moda de Berlín en Prenzlauer Berg

Si hay un lugar que simboliza la enorme transformación de Berlín desde la caída del muro, ese es Prenzlauer Berg . Durante los tiempos del régimen comunista de la RDA, este barrio era el refugio de los artistas y bohemios que habitaban en el lado oriental de Berlín. Luego, a partir de la reunificación alemana, Prenzlauer Berg se convirtió en un excelente puente entre las sensibilidades de ambos lados.

Junto con Kreuzberg (el barrio de la comunidad turca), Prenzlauer Berg constituye la cara más heterogénea, multicultural y “cool” de Berlín. En sus calles conviven viejos edificios de típico estilo soviético, con modernos centros culturales, galerías de arte, restaurantes de autor y hermosos parques, que desbordan de gente apenas el sol se abre una rendija entre las nubes grises del cielo berlinés.

Un buen punto de partida para el paseo es la estación de metro Eberswalder-Strasse , vecina de dos de los “imperdibles” del barrio el Kulturbrauerei y el Mauerpark . El Kulturbrauerei es el centro de la vida cultural de la zona, un sorprendente espacio en el que conviven distintas disciplinas artísticas que ocupa el edificio de una antigua fábrica de cerveza. Además de las exposiciones y los eventos que tienen lugar allí, su gran atractivo es la propia arquitectura de la fábrica, con gigantescas bodegas subterráneas e imponentes torres de ladrillo, que se pueden recorrer en una visita guiada. Allí funciona también el Plagiat Museum , un divertidísimo “museo del plagio” que muestra desopilantes imitaciones de diseños alemanes (sobre todo electrodomésticos) realizados en el resto del mundo.

Al oeste de la estación Eberswalder-Strasse, está el Mauerpark, el más tradicional de los parques del barrio, que rivaliza con el mucho más “glamoroso” Kollwitzplatz . Todos los domingos por la mañana es sede de un mercado de pulgas en el que se puede encontrar literalmente cualquier cosa, desde delicias gastronómicas elaboradas artesanalmente y excelentes muebles vintage hasta una amplísima gama de objetos de dudoso origen.

Para los amantes de la buena mesa, el lugar ideal es la Kastanienallee , muy cerca del Kulturbrauerei, una de las avenidas emblemáticas de Berlín. Allí abundan los restaurantes de jóvenes y vanguardistas chefs alemanes, y también sitios para probar comidas de los más diversos países del mundo. Y no hay plan mejor que sentirse un habitante más del barrio, sentándose a tomar un café o una cerveza en alguno de los muchos bares y restaurantes que tienen mesas al aire libre, como el famoso Prater Biergarden (un típico patio de cervezas berlinés). Otros buenos puntos gastronómicos son la calle Oderbergerstrasse y los alrededores de la Kollwitzplatz. Por las noches, las opciones son muchas y variadas. Hay sitios súper “chic” como el “103” (Kastanienallee, 103), un elegante bar de cócteles, y también otros de carácter alternativo como el Ka86 (Kastanienallee, 86), un centro cultural “okupa” en el que tienen lugar fiestas mutitudinarias. Ambos representan, cada uno a su manera, la naturaleza ecléctica y cosmopolita de Prenzlauer Berg.

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